¿Qué es para ti desayunar?


Cuándo hago esta pregunta, las respuestas son muy variadas, desde el "yo no desayuno, no puedo comer nada recién levantado", pasando por "yo me tomo un café y es suficiente", "a diario no desayuno, pero el fin de semana me tomo mi tostada de pan con tomate", "prefiero dormir cinco minutos más que desayunar", "mi café con mis galletas"  y un sin fin de respuestas que nos hacen ver que hay personas que se saltan el desayuno por diversos motivos como una mala planificación o la falta de apetito y/o de tiempo. Aunque desayunar no es obligatorio, sí es recomendable hacerlo, sobre todo, de manera saludable. Y veremos por qué pero primero vamos a ver ¿Qué entendemos por desayunar?

Mirando diferentes definiciones sobre el desayuno la mas ajustada y completa es la que dice que "el desayuno es la primera comida del día, consumida generalmente por la mañana, después de un periodo de ayuno durante el sueño". Puede ser una comida ligera o más completa, que se consume como muy tarde entre las dos o tres horas después de despertarse, que va a depender de las preferencias individuales y de las costumbre culturales. Una vez que vemos esta definición, no dice nada sobre que el desayuno tenga que tener leche, galletas, algo dulce o algo salado ¿verdad? Sin embargo, la mayoría de nosotros desayunamos lo mismo: café con leche con galletas o tostada de pan con aceite y fruta (actualmente más personas). ¿Por qué? simplemente por que detrás de todo esto hay intereses de salud pública (como aumentar el consumo de frutas) o un gran "merchandising" de diferentes industrias alimentarias que hasta  subvencionan guías sobre alimentación. La constante publicidad de alimentos , la facilidad de tener determinados alimentos (galletas, bollería...), la falta de tiempo (no se nos ocurre ponernos a cocinar unos macarrones para desayunar), hace que para este momento elijamos productos fáciles, que proporcionan placer (muchos contienen muchos azúcares). Y si lo hacemos nosotros como adultos ¡ Imaginaros las niñas y niños! El desayuno no tiene por qué ser siempre lo mismo, ni estar compuesto por unos determinados alimentos, sino que es recomendable saludar y hacerlo de manera saludable.

Llegados a este punto, sabemos que es el desayuno y que es recomendable desayunar de manera saludable y esto es así porque, el desayuno completo y equilibrado con una variedad de nutrientes por la mañana temprano, ayuda a mantener niveles de energía estables y promueve un metabolismo saludable  a lo largo del día. Así que entendiendo que no existe un desayuno ideal, sí diremos que puedes desayunar cualquier cosa que tenga nutrientes saludables como:


Cereales integrales: avena, quinoa, pan integral (de verdad integral, asegurarse de ello)… que son ricos en fibras y proporcionan energía de liberación lenta.


Proteínas: lentejas, garbanzos, soja, huevos, yogurt, tofu, frutos secos, pescados azules como salmón, atún, sardinas... y cualquier pescado fresco, que ayudan a mantener la saciedad y a la construcción y reparación de tejidos.


Grasas saludables: aceite de oliva, aguacate, nueces, semillas de chía, caballa... ayudan mantener el corazón y el cerebro saludables.



Frutas y verduras de temporada: todas las frutas y verduras, las frutas desecadas como pasas, orejones, ciruelas, arándanos...)



Lácteos: leche baja en grasa, queso fresco, queso cottage, requesón,  yogures naturales sin azúcar que proporcionan calcio y proteínas.



Espero que leer estas palabras te ayuden a ser consciente de que hay muchas posibilidades de desayunar saludable y rico, más allá de la tostada y la bollería industrial. En próximas entradas podrás conocer alguna receta que igual te apetezca probar y que son fáciles y rápidas de preparar.

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