Ya es sabida la importancia de implantar hábitos de vida saludables desde las etapas más tempranas, y aunque no es una tarea fácil porque pesan sobre nosotros muchos condicionantes (creencias, mitos, a mi me enseñaron así...), nuestra responsabilidad como adultos de referencia es llevar a cabo una educación para prevenir enfermedades crónicas, que, aunque se desarrollan en la edad adulta, tienen su origen en la infancia.
Actualmente, los expertos recomiendan el plato para comer saludable o Plato Harvard que es una guía que nos ayuda de forma sencilla y visual a crear menús y platos equilibrados y saludables. La división del plato:
- La mitad del plato está constituido por frutas, verduras y hortalizas. Mejor si son variadas y de de diferente color para aportar todas las vitaminas y nutrientes.
- Un 1/4 de plato lo componen las proteínas de origen animal (carnes, pescados y huevos) y vegetales (legumbres y derivados, frutos secos y semillas). Limitar la carne rojas y procesadas como embutidos (según la OMS potencialmente cancerígenas).
- 1/4 lo compone los cereales integrales (arroz, pasta, pan, cebada, avena, quinoa, cuscús, trigo …) y tubérculos (boniato o patata). Los integrales contienen hidratos de carbono complejos que se metabolizan lentamente por lo que esa glucosa que se libera lo hace de una forma más lenta y así se regulan los niveles de insulina en sangre.
- El aceite que se a de buena calidad y sin abusar. Aceite Oliva Virgen Extra (AOVE).
- Lácteos: no son necesarios salvo a los lactantes. Limitar a 1 o 2 lácteos al día.
- La bebida mejor el agua. Evitar zumos y batidos aunque sean caseros. La fruta mejor entera ya que los zumos contienen mucho azúcar.
- Llevar una vida activa como jugar en el parque, andar, nadar en la piscina, etc.
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